Ser auditado es lo suficientemente desalentador para una empresa que tiene todos sus sistemas en funcionamiento, sin rastros de papel y sin preocupaciones sobre la calidad de sus productos y servicios. En resumen, una empresa que ya ha alcanzado los niveles más altos de la certificación ISO 9001 es un candidato ideal para el proceso de auditoría externa de la norma. Sin embargo, para otros, la perspectiva de una auditoría es nada menos que una pesadilla.

Los líderes de la norma tienen sus propias maneras de abordar una auditoría:

Es probable que los clientes de una empresa de servicios se dirijan a ella para realizar la auditoría. La empresa organizará la auditoría de acuerdo con sus procedimientos internos, que puede imponer a sus clientes como parte de sus compromisos contractuales. De este modo, puede mantener el control sobre el proceso y mantener su reputación de calidad e integridad. La empresa también insistirá probablemente en que su personal realice la auditoría.

Una empresa de inspección probablemente hará exactamente lo que su nombre indica: organizará una inspección independiente de sus instalaciones y operaciones. Es muy posible que la empresa tenga sus propios procedimientos internos, que pueden imponerse a las empresas cuya certificación ISO 9001 está inspeccionando. También estará dispuesta a mantener una reputación de calidad e integridad. Es poco probable que insista en que su personal realice la auditoría sino que optará por terceros, en cuya independencia e integridad puede confiar.

Es probable que una empresa de certificación también decida organizar una inspección independiente de sus instalaciones y operaciones. Es muy posible que insista en que su personal lleve a cabo la inspección. Estará igualmente dispuesta a fomentar una reputación de calidad e integridad.

El tamaño y la naturaleza de su empresa también influirán en el tipo de auditoría que se le ofrezca. Una empresa grande y multinacional probablemente optará por los servicios de una empresa de inspección; puede esperar recibir un equipo completo de auditores independientes que llegarán con todos los artilugios e instrumentos más modernos. Una pequeña o mediana empresa, en cambio, buscará una empresa de servicios para realizar la auditoría. Probablemente tendrá que conformarse con menos espectáculo: uno o dos auditores cuya llegada puede no ser anunciada.

El coste de una auditoría también es probable que varíe en función de la complejidad de su empresa y del tamaño y la situación de su organización. Una empresa de servicios puede cobrar unos 10.000 dólares por una evaluación completa de un solo punto o 15.000 dólares por una evaluación interna; un organismo de certificación multinacional cobró hasta 200.000 dólares por su último paquete de auditoría interna de la norma ISO 9001, que abarcaba miles de elementos repartidos por docenas de unidades de negocio en todo el mundo.

Después de la auditoría, su empresa recibirá un informe y un certificado. Cada auditor tiene su propio estilo. Algunos serán breves, le darán una copia del informe en el momento y le entregarán su certificado al final de la reunión; otros querrán darle muchas oportunidades de hacer preguntas antes de emitir ambos.

Un último punto: aunque la mayoría de los auditores están muy familiarizados con la norma ISO 9001, es posible que no lo digan, por si le perjudican a usted. Pregúnteles directamente sobre su conocimiento de la norma, o vaya a lo seguro pidiendo que un auditor de ISO 9001 realice su auditoría.