La definición de “calibración” es: “El proceso de ajuste de los registros contables para detectar errores o sesgos sistemáticos. Este ajuste garantizará que los informes coincidan con los valores reales”.
¿Qué es la calibración?
La calibración es un proceso mediante el cual el rendimiento de los instrumentos y equipos utilizados en un campo determinado se hace comparable al de otros instrumentos y equipos. Esto se suele realizar mediante el uso de objetos conocidos cuyas dimensiones ya son conocidas por quienes van a manejar los instrumentos y equipos.
Estos objetos conocidos se denominan estándares. Un estándar también puede ser un dispositivo que ya ha sido calibrado. Algunos equipos pueden calibrarse comparando sus lecturas con estándares ya calibrados que se mantienen en el mismo campo. Por ejemplo, las refinerías de petróleo calibran sus medidores con cisternas llenas de mercurio para determinar las cantidades de petróleo procesadas por sus operaciones.
En la ciencia, la calibración puede realizarse mediante el uso de estándares primarios, como los estándares nacionales de cada campo, o secundarios, que deben cumplir ciertos requisitos para poder ser utilizados como estándares secundarios o subsidiarios. Los patrones como los termómetros utilizados en los laboratorios de física son ejemplos de patrones secundarios calibrados en los institutos nacionales de metrología (INM). La Organización Internacional de Normalización (ISO) es una organización ampliamente reconocida que participa en el establecimiento de directrices internacionales de calibración para las mediciones científicas/técnicas.
La calibración se realiza a veces por comparación con un instrumento secundario que utiliza el mismo método que el instrumento primario, pero cuyas lecturas ya se conocen; dicho instrumento se denomina patrón de transferencia. Puede tratarse de un voltímetro electrónico que lee en las mismas unidades y utiliza la misma escala que el voltímetro electrónico que se está calibrando o de un termómetro de calibración conocida que se utiliza para calibrar un termómetro de calibración desconocida.
En muchos campos, la calibración se realiza por comparación con estándares “trazables”, ya sean estándares nacionales (llamados estándares primarios) o internacionales (estándares secundarios). En aquellos campos que requieren que los instrumentos sean trazables a estándares nacionales o internacionales, a menudo se requiere alguna forma de recalibración periódica para asegurar que un dispositivo particular cumple con el estándar requerido.
La calibración da lugar a un instrumento “calibrado”. El estado de ser calibrado, o la precisión bajo calibración, se llama “calibración”. Una persona cuyo trabajo es realizar la operación de calibración de un instrumento se llama calibrador; estas personas son empleadas por los institutos de metrología como el NMI en muchos países del mundo. Estos institutos también proporcionan servicios de calibración a otras organizaciones de metrología y empresas registradas para que puedan calibrar sus propios instrumentos, así como para supervisar la actividad de calibración realizada por laboratorios acreditados y casas de ensayo.
¿Qué herramientas de medición deben calibrarse?
Dado que los resultados de la calibración se basan en los instrumentos utilizados para realizar la operación, la calibración de una herramienta debe comprobarse periódicamente. En el campo de la metrología automatizada, esto se hace visitando dispositivos de medición seleccionados (por ejemplo, balanzas, etc.) con resultados conocidos, y comparando dichos resultados con un registro maestro mantenido por un instituto de metrología. Tanto las herramientas manuales como las automatizadas se someten a comparaciones constantes con dichos registros para garantizar que sus lecturas son precisas y se ajustan a las normas internacionales. La mayor parte de las calibraciones se realizan en los institutos nacionales de metrología; sin embargo, algunas herramientas pueden necesitar calibraciones especiales cuando se utilizan regularmente en campos de actividad específicos.
¿Con qué frecuencia se produce la calibración?
Muchas mediciones científicas se llevan a cabo de forma regular, aunque en muchos campos la frecuencia de estas calibraciones es diferente para cada tipo de instrumentación. A menudo se exige una calibración a intervalos periódicos (por ejemplo, anualmente) en determinados campos, como la metrología y las tecnologías aeroespaciales.
¿Qué se entiende por “calibración adecuada”?
La calibración puede realizarse durante la producción de una herramienta, haciendo que un técnico de instrumentación compruebe que todas las unidades primarias de esa herramienta están correctamente calibradas antes de enviarla a su destino. También puede hacerse durante el mantenimiento rutinario o la reparación de una herramienta: haciendo que un técnico de ingeniería compruebe los espejos retrovisores de su coche antes de volver a conducirlo; o haciendo que un electricista estabilice su lámpara cuando venga a arreglarla. Estos ejemplos demuestran que la calibración no requiere necesariamente de personal altamente capacitado, sino de aquellos que pueden leer los instrumentos y aplicar su oficio de forma hábil y adecuada sin que se produzcan errores en los procedimientos o en las mediciones mientras realizan su trabajo.
Se considera que la calibración adecuada se realiza principalmente según las directrices internacionales para calibrar los instrumentos y equipos científicos. Si se emplean determinados patrones para realizar pruebas, es necesario asegurarse de que esos patrones están correctamente calibrados antes de obtenerlos de los institutos de metrología nacionales o internacionales. Ya que, por lo general, habrá un límite de tiempo estricto en el que se llevará a cabo dicha estandarización.
Calibración e ISO 17025
La norma ISO 17025 ha establecido los requisitos para los laboratorios de calibración, con el fin de establecer la calidad de su trabajo. Para ello, se garantiza que han cumplido una serie de estrictos requisitos antes de obtener la calificación de laboratorio registrado en un organismo de certificación ISO, como SIRIM. Si, por ejemplo, un cliente solicita un análisis a un laboratorio de este tipo, puede pedir (o exigir) pruebas de que los patrones de calibración utilizados son trazables a patrones primarios. Para garantizarlo, la norma ISO 17025 exige que los laboratorios de calibración recalibren sus equipos periódicamente (cada pocos años).
¿Qué factores afectan a la calidad de la calibración?
En general, la calidad de todo lo que se hace depende de cómo se realiza. Los principales factores que afectan a la calidad de las calibraciones son los errores cometidos durante las actividades de medición; dichos errores pueden surgir debido a errores de lectura o a una mala lectura de los instrumentos o equipos. Un factor adicional podría ser el error derivado de los instrumentos calibrados en organizaciones o instituciones no acreditadas que no sean las acreditadas por SIRIM según las normas ISO 17025:2017.
En conclusión, una buena calibración es aquella que se ha realizado correctamente, y esto requiere no solo conocimientos de metrología, sino también de ingeniería. La calidad de la calibración depende principalmente de cómo se realiza la calibración. Los principales factores que afectan a la calidad de las calibraciones son los errores cometidos durante las actividades de medición y el hecho de que los instrumentos que se calibran sean calibrados en organizaciones no acreditadas o en instituciones distintas de las acreditadas por el SIRIM según las normas ISO 17025:2017.
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